Uno de los hábitats más difíciles de la Tierra son los marinos. Proporcionan grandes dificultades al equipo utilizado entre agua salada, fuertes ráfagas y temperaturas cambiantes. Una pieza vital de este rompecabezas es el cable marino. Diseñado especialmente para operar en entornos tan difíciles, el cable marino ofrece seguridad, comunicación y electricidad.